Desigualdad de género

La desigualdad de género se presenta cuando existe una situación desfavorecedora de un género frente al otro en cuanto al acceso o control sobre recursos, servicios y beneficios.El desigual acceso a los derechos y oportunidades entre mujeres y hombres genera una situación de desventaja entre unos y otros.
La desigualdad implica brindar un trato disímil o injusto a los diferentes grupos sociales. La remuneración diferenciada al desarrollar un mismo trabajo, un trabajo igual, por razones de género, es un ejemplo de ello.
La situación de desventaja de las mujeres respecto a los hombres asume dos formas generales: la discriminación y la violencia contra las mujeres.
La primera violenta la igualdad de derechos que debe regir para toda persona, sin importar su sexo; dificulta el derecho de las mujeres a participar con igualdad referente a los hombres en las distintas actividades: económicas, sociales, políticas y culturales.
Asimismo, la violencia representa una violación evidente de los derechos humanos de las mujeres, que limita el pleno ejercicio de las libertades y derechos fundamentales.
Las diferencias entre mujeres y hombres socialmente son consideradas de procedencia natural o divina, y se da por hecho que así será por siempre. Pocas veces se reconoce que la desigualdad posee un origen político.
Por ello, a las relaciones desiguales entre mujeres y hombres no se les da la importancia necesaria para que se tomen acciones, políticas públicas para erradicar la desigualdad entre los géneros.
Ignorar el origen político e histórico de la desigualdad entre los géneros conlleva a mantener e incrementar la opresión de las mujeres al omitir su presencia como parte de la sociedad, del desarrollo y de la democracia.
En los últimos decenios ha aumentado la conciencia sobre las desventajas de las mujeres en las sociedades contemporáneas del mundo, incluso en los países considerados igualitarios, como los nórdicos, donde las mujeres se enfrentan a desventajas, por su condición de género, semejantes a las que padecen las mujeres de algunos países árabes.
Las desventajas de las mujeres se encuentran presentes en sociedades de primer y tercer mundo, es decir, independiente al desarrollo socioeconómico persiste la desigualdad.